Publicado 15 de diciembre de 2023 en Bienestar por Veronica Benfele
La ashwagandha, también conocida como el “ginseng indio”, es una hierba adaptógena que forma parte de la medicina ayurvédica, un sistema tradicional de medicina originario de la India.
Un adaptógeno es una sustancia, ya sea una hierba, planta o compuesto natural, que ayuda al cuerpo a adaptarse y resistir los efectos del estrés físico, mental o emocional. Trabajan regulando el equilibrio del sistema endocrino y el sistema nervioso, lo que contribuye a normalizar las funciones del cuerpo y contrarrestar los efectos adversos del estrés crónico.
Las propiedades de la ashwagandha incluyen su capacidad para ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés, mejorar la resistencia física y mental, y promover el equilibrio en el sistema endocrino. Se cree que la ashwagandha tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras.
Algunos de los posibles beneficios asociados con la ashwagandha incluyen:
La combinación de ashwagandha y melatonina puede ser estratégica para mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés, ya que ambas sustancias tienen propiedades que afectan positivamente el ciclo del sueño y la relajación.
Recuerda que es importante prestar atención a las dosis recomendadas para cada suplemento y a la hora de tomarlos. La melatonina se toma comúnmente unos 30 minutos antes de acostarse, mientras que la ashwagandha puede tomarse con las comidas o según las indicaciones del producto.
Combinar ashwagandha y magnesio puede ser una estrategia eficaz para aprovechar los beneficios sinérgicos de ambas sustancias. Pero, antes de comenzar cualquier régimen de suplementos, es recomendable consultar a un profesional de la salud para asegurarte de que esta combinación sea adecuada para tus necesidades específicas y no tenga interacciones negativas con otros medicamentos o condiciones médicas preexistentes.
Otras recomendaciones que podemos darte a la hora de comenzar a tomar ashwagandha y magnesio son.
La forma de tomar adaptógenos puede variar según el tipo específico de adaptógeno y las preferencias personales. Aquí hay algunas pautas generales sobre cómo tomar adaptógenos de manera efectiva:
Recuerda que cada persona es única, y lo que funciona para uno puede no ser igualmente efectivo para otro. Ajusta tu enfoque según tus necesidades y respuestas individuales.